Mi
Adolescencia fue un tanto complicada, y precoz en cierto modo, pero es una de
las etapas donde experimente más aventuras y conocí a mis mejores amigos que
hasta el día de hoy están con migo. Las aventuras empiezan con un trabajo el
cual duro hasta los 18 años con él aprendí a valorar todo lo que mis padres me
daban, y también a comprar mis cosas a los 15 años me compre un computador con
el dinero que juntaba, yo trabajaba como
empaque en ese entonces a los que trabajaban de empaquetadores por propina se
les llamaba “Loritos”, era un trabajo muy lucrativo pero como era adolescente no
aproveche mucho eso y tampoco estaba preocupado en hacerme millonario con el
trabajo si no que yo era feliz porque tenía dinero todos los días, me alcanzaba
para cubrir mis gastos y para comprar lo que yo quería, con el dinero que
juntaba, salía de vacaciones en los veranos, con mi familia y con amigos, a los
16 años, comencé con la otra etapa de mis aventuras, Salí por primera vez a
mochilear, una experiencia muy enriquecedora mi primer viaje fue a pucón, bueno
desde como comente anteriormente a esa edad trabajaba y juntaba dinero para
salir a mochilear nunca me gusto pedir dinero en la calle (machetear) y afortunadamente con
los amigos que salíamos tampoco, bueno en esos viajes salía con personas
mayores que yo, tenía tendencia a relacionarme con personas mayores ya que mis
primos y hermano eran mayores y copia actitudes por lo mismo carreteaba
desde esa edad por copiar, el mismo
hecho me llevo a mentir a mis padres para poder salir, de esa manera me dieron
permiso para salir al campo de un amigo pero yo me fui a mi primera experiencia
mochileando, bueno cuando llegue era tanto la emoción y la aventura que había
tenido, que lo quería compartir con mi familia así que le conté a mi hermano y a mis padres, después
seguí recorriendo cada verano solamente hacia el Sur de Chile, cuando cumplí 18
años me fui mochileando a Argentina, con un buen amigo que hoy viven en
Antofagasta, con el recorrimos la provincia de Neuquén y Chosmalal, a los años
después con un primo y uno de mis mejores amigos hicimos la ruta siete lagos y
llegamos a Bariloche, unos años más tardes a los 25 años me fui a trabajar al
norte de Chile, a una minera ubicada cerca de Calama. Durante el tiempo que estuve allá,
recorrí San Pedro de Atacama y sus alrededores, Valle de la luna, Ruinas de Quitor, Geiser del
Tatio, etc.
El
haber recorrido tanto me sirvió, primero que todo porque conocí mucha
gente, viví diferentes experiencias,
conocí diferentes culturas y estilos de vida, de las cuales siempre rescate las
cosas buenas o en realidad no sé si buenas o malas pero han servido para forjar
la persona que soy hoy en día.